Si bien el riesgo de heladas no cesa hasta la segunda semana de Abril, nos ha tocado un año de mucho sol y calor. Los semilleros arrancando bien, las mesas y cajas ya plantadas y el melocotonero a toda flor nos anticiparon una primavera estupenda.
Aquí va el resumen del primer Abril en nuestro huerto de metro cuadrado urbano.
No sé ni cómo describir la sensación de alegría que sentí al probar los primeros rábanos de mi huerto…
Los Rábanos French Breakfast son largos con la punta blanca, y un punto menos picantes que los Saxa (los redondos). Mojarlos en aceto balsámico y aceite de oliva y comerlos así de frescos es todo un manjar!
Si bien los días fueron calurosos, durante la noche la temperatura se mantuvo alrededor de los 5 y 10 grados, con algunas noches de ligeras heladas. Por esto preparamos unas estructuras de tubos de PVC. Así pudimos cubrir las cajas con manta térmica -levantando así la temperatura de la caja unos 4-5 grados, un poco más si la poníamos doble.
Durante el día quitábamos la manta térmica y dejábamos que las acelgas y las espinacas se regodearan en los maravillosos 15 soleados grados .
Las acelgas del Antonio que había transplantado en Marzo estaban ya listas para recogerse, aunque las dejamos un poco más a ver cuánto crecían.
Las espinacas que sembré en Febrero ya estaban preciosas. No duraron mucho más después de esta foto!
Pusimos 3 planteles de apio, y más acelga roja.
Las cebollas d’Amposta comenzaron a despuntar en el escalón de abajo, pero las zanahorias no…
En cuanto a las mesas, como los semilleros de tomate los empecé tarde (a mediados de Marzo), compré 3 planteles de tomates de Montserrat, que son los que se dan bien en la zona – según me dijeron. La foto muestra el día que los planté, junto a las Cebollas d’Empordà. En la división de la izquierda sembré zanahorias. Junto a las cebollas transplanté 4 lechugas roble.
En Marzo había comprado unos planteles de cebolla, y como no tenía las cajas listas – ni sabía cómo las iba a organizar, las puse en una maceta. Y aquí están, creciendo saludablemente!
Otro experimento que quería hacer era patatas en vertical.
Probé sembrarlas en una bolsa reciclada de yute enrollada, y en un impulso compré una maceta para patatas que viene en 3 partes (se ve en la foto a la derecha).
La de abajo tiene base, y las otras 2 partes son como un cilindro que se encaja sobre la base (o el otro cilindro), a medida que la planta va creciendo y les vamos añadiendo tierra.
Cada parte tiene una bandeja para el agua todo alrededor, así nos aseguramos que el agua llegue hasta abajo.
En el capítulo semilleros, el tema agua me costó un poco. Las macetitas de turba van bien, pero son muy voluminosas comparadas con las celdas y tardan más de lo esperado en deshacerse en la tierra.
Aquí están mis primeras plantitas de tomate. Y las fresas Alpine me tardaron un montón en salir y crecer, pero ahí están!
A final de mes, las Acelgas plantadas en Marzo estaban listas para ser cosechadas! En el escalón inferior, las espinacas ya habían dado todo de sí.
Las cebollas finalmente comenzaron a tirar bien, los cebollinos resistiendo el embate de las tijeras 🙂 y la capuchina comenzando a salir.
Y así acaba el reporte del mes!
Grandes aprendizajes:
- Controlar el agua es de lo más difícil que hay. Ojalá pudiera poner riego!
- Los semilleros me dieron mucho trabajo – más por desconocimiento que otra cosa, supongo. Pero una vez germinadas las plantas, las puse afuera al sol para que no se enfriaran, pero el sol de Abril ya es muy fuerte. Y se resecan. Así que tuve unos cuantos fallos, pero al final todo salió bien y pude hacer todos los planteles que quería!
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