No hay nada más fácil en el huerto urbano que cultivar cebollas en macetas. Es tan fácil que parece raro que no haya cebollas en macetas en cada balcón y patio! Comparto aquí cómo lo hago y los resultados que he tenido hasta ahora.

Hay dos opciones para cultivar cebollas: comenzar con un semillero o comprar planteles. Para el novato o el que no tenga tiempo, la opción clara es comenzar con planteles.

Cultivo de cebollas en maceta desde plantel

Son baratos y plantarlos es tan fácil como hacer un pequeño agujero en la tierra (dos dedos bastan) cada 10 cms.

Hay que colocar las raíces lo más rectas posibles y dejar que el bulbo quede como apoyado en la tierra (no hay que enterrarlo).

Una vez estén en la tierra, tápala con la otra mano y apreta la tierra alrededor un poco, para que no se caiga. Sólo debes regarla para que se asiente bien y ya está!

Un truco para que arraiguen más rápido:
con una tijera corta 2/3 de la hoja verde, y corta las raíces para que queden del mismo largo que las hojas.

A partir de ahora sólo deberás mantener la humedad de la tierra y esperar unos 4-5 meses para que estén a punto. Aunque puedes recogerlos cuando quieras, y usarlos como cebolla tierna.

A veces cuando se compran planteles, vienen más de una cebolla por celda. Si tienes una maceta grande o más espacio, déjalas tal como están. Ya irán creciendo y buscando sitio, como verás en la foto a continuación. Pero también las puedes separar y plantar una Si bien las raíces de cebollas son muy resistentes y aguantan bien ser separadas.

Aquí te muestro la evolución de las cebollas desde plantadas hasta que las recogí xx meses más tarde.

Debo aclarar que en las fotos de arriba también hay puerros (las dos macetas de la izquierda).

¿Sabes cómo diferenciar un puerro de una cebolla?
La cebolla tiene las hojas carnosas y tubulares, mientras que las hojas del puerro son planas (y de un color más azulado, según la variedad)

Cultivar cebollas en maceta desde semilla

Las semillas de la cebolla se obtienen de la floración que ocurre al segundo año (si ocurre antes, durante el primer año, es por que la dejamos sin agua durante mucho tiempo en épocas de mucho calor; la cebolla piensa que se va a morir y echa flor para poder reproducirse.

Para aquellos que no tengan espacio para dejar una cebolla subirse a flor, o no se animan aún a recoger semillas (aunque no es tan difícil), siempre puedes comprar semillas (que sean orgánicas, y aún mejor si son de tu zona) o pedir a hortelanos amigos que te den algunas.

Comenzar cebollas desde semilla no es difícil – cuando las condiciones son correctas. Necesitan 8 días con un promedio de 20ºC durante el día (y fresco por la noche).

Las semillas son de color negro y diminutas, por lo que deberás esparcirlas en la superficie del compost o sustrato. Luego las cubres con una fina capa del compost o sustrato, o incluso con vermiculita (que absorbe mucho la humedad). Al final riegas con una lluvia fina para que no se desplacen las semillas.

Se pueden sembrar directamente en la maceta (o bancal). He logrado que germinaran así, pero requiere mucho esfuerzo, porque como son tan pequeñas están muy en la superficie y si les da el sol se secan enseguida. Por esto recomiendo sembrar las semillas cebollas en una bandeja, para luego transplantarlas (cuanto más sustrato haya, más tarda en secarse).

Los brotes nacen y conservan la cáscara de la semilla. Tal vez veas que hay algunos que están doblados en dos; no pasa nada. Ya se erguirán.

Cuando tengan 3 tallos se pueden transplantar («repicar») a una bandeja de alvéolos individuales. Puedes poner más de una cebolla junta.

Recuerda que hay diferentes variedades para cada época del año:

• En Enero se siembran las cebollas «secas» que le dicen, esas que usamos para guardar (por ejemplo, la de Amposta o Figueras aquí en Cataluña son las más populares. Estas se recogen a partir del verano, cuando el tallo se comienza a poner amarillo y decae (y las cebollas tienen un buen tamaño).
• En el verano se siembran las «tiernas», como la Babosa (White Lisbon), para consumo durante el invierno. Estas cebollas no se llegan a secar, son blancas y algo más alargadas que las secas – aunque yo he dejado secar las «Babosas» y las he guardado hasta la primavera siguiente.

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